Hace algún tiempo, os contábamos cómo componer la letra de una canción desde el principio. Una vez superada esa fase y teniendo ya una maqueta inicial, es hora de entrar al estudio de grabación.
Recientemente hemos estado grabando voces para una nueva canción y queríamos contaros cómo es para nosotros una jornada de trabajo de este tipo.
Normalmente comenzamos a trabajar alrededor de las 11:30 de la mañana, tras un buen desayuno. Solemos planificar cómo va a ser el día antes de ponernos manos a la obra. Es importante saber qué vamos a grabar y en qué orden. Además, establecemos de antemano cuántas pausas haremos.
Media hora más tarde, con todo el equipo ya encendido y conectado, empezamos a probar volúmenes. Algo tan -aparentemente- sencillo como puede parecer el proceso de regular la voz y la música puede llevar más de 20 minutos. Ello influirá en el volumen/intensidad al que se grabará posteriormente la voz.
En torno a las 12:30 comenzamos a calentar la voz y a ensayar la letra. Es habitual grabar las primeras tomas para ir corrigiendo errores y escuchar si la voz encaja de la forma esperada en la canción.
Alrededor de las 13:00 horas arranca la grabación oficial. Lo más frecuente es que la parte de la estrofa sea menos exigente (vocalmente hablando) que la parte del estribillo. Por ello, lo normal es hacer la grabación en el orden natural del tema, aunque esto no tiene porqué ser siempre así.
Dependiendo del tipo de canción y de la dificultad de la melodía vocal, pueden necesitarse entre 10 y 20 tomas. Y es que no se trata solamente de afinación, sino de los distintos matices entre una toma y otra.
Si todo va bien, en torno a las 14:30 terminamos de grabar el material básico (estrofa y estribillo). Tic tac, es el momento de parar, ir a comer y descansar antes de retomar el trabajo.
Alrededor de las 16:00 retomamos el trabajo y volvemos al estudio. Ahora es cuando comienza la parte «divertida» del proceso. Es el momento de la grabación de coros, dobles tonos y juegos de voces.
Es la parte más creativa del proceso ya que implica improvisar e ir probando diferentes cosas para ver si funcionan. Se trata de tomas continuas que finalmente se cortan, editan y colocan en distintas posiciones a lo largo de la canción. Son elementos que aportan color y profundidad, y que muchas veces se acaban convirtiendo en el gancho de toda la producción.
Una vez finalizada la segunda fase, cerramos el proyecto y esperamos uno o dos días para revisar las tomas. Así volvemos a tener cierta objetividad a la hora de seleccionar las grabaciones y seguir trabajando en el tema.